Luis Moisés Torres es un testimonio de superación y amor por la fotografía

A través de su lente, no solo captura imágenes, sino también historias, memorias y emociones.


Luis Moisés Torres nació el 4 de marzo de 1968 en el distrito de Alto Verde, un lugar que siempre llevará en su corazón. Hijo de padres trabajadores en una viña, su infancia estuvo marcada por momentos felices y sencillos en la calle Bellene, donde desarrolló una profunda conexión con sus raíces y la cultura local. En esos años,



Su vida dio un giro inesperado tras un accidente laboral que le costó la visión de un ojo. Sin embargo, lejos de verse como una víctima de las circunstancias, Luis encontró una nueva pasión: la fotografía. Esta disciplina se convirtió en su salida laboral y, con el tiempo, en una fuente inagotable de satisfacciones personales y profesionales. Así, lo que inicialmente parecía una limitación se transformó en una oportunidad para explorar un mundo lleno de posibilidades.



 Uno de sus primeros trabajos significativos fue la cobertura del conflicto de Santa Rosa en la ruta 7. Este evento marcó el inicio de una carrera en la que ha podido capturar momentos cruciales y emotivos, desde bodas y cumpleaños hasta importantes sucesos periodísticos. Su compromiso y dedicación lo llevaron a formar parte del equipo de prensa de la municipalidad, donde colabora estrechamente con Jorge Barrionuevo y su equipo. Luis valora enormemente esta oportunidad, destacando el clima de compañerismo y apoyo que reina en el equipo, lo que le permite desarrollar su trabajo en inauguraciones, festividades de vendimia y presentaciones literarias.



 A pesar de la pérdida parcial de su visión, Luis nunca se ha sentido discapacitado. Al contrario, considera que su enfoque en la fotografía es una manera de valorizarse como persona y demostrar que la resiliencia es fundamental. Para él, fotografiar es mucho más que tomar imágenes; es la habilidad de captar una esencia, un instante que trasciende el tiempo. Luis explica que una simple fotografía puede evocar recuerdos y emociones, permitiendo que momentos especiales (como una reunión familiar) revivan en el corazón de quienes los experimentaron.



 La 

fotografía tiene un papel crucial en la historia, sirviendo como documento histórico que narra lo que a menudo se olvida. Por eso, cada imagen que captura es un legado que perdura a través del tiempo.



 

Luis también siente una profunda gratitud hacia mentores que han influido en su trayectoria, como Mauricio Ledda, Néstor Navarro y el querido Guillermo Flores integrantes del Fotoclub San Martín, quienes le brindaron el primer impulso. Este espacio se convirtió en un refugio creativo, donde pudo desplegar la pasión por la fotografía.



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