Trazos Sobre el Alma
Cecilia nos comenta: “Valoro mucho mi Patria y esa carta lo expresa, nunca pensé sobre la dimensión que iba a tener después de tantos años”.
Cecilia nos comenta: “Valoro mucho mi Patria y esa carta lo expresa, nunca pensé sobre la dimensión que iba a tener después de tantos años”.
Esta
es una linda historia que tiene su comienzo en el año 1982, cuando una pequeña
de 9 años, Cecilia Espinosa, oriunda del
Distrito de Algarrobo Grande, escribe una carta a los soldados de Malvinas y 40
años después llega un hermoso desenlace.
Comenta
Cecilia, que el señor que recibió su
carta fue Sebastián José Cobos, quien leyó y atesoró su cartita durante 40 años. Con
el paso del tiempo tomó la decisión de buscar a la pequeña para agradecerle tan
noble gesto. Él tenía muy pocos datos: sólo su nombre y que residía en
Algarrobo Grande, del departamento de Junín, Mendoza.
Sebastián
se contactó con el Municipio de Junín y les contó la historia de una carta que había
recibido y les pidió si podían ayudarle a contactar a la persona que la escribió,
esto movilizó gran parte del Municipio
de Junín.
Cecilia
cuenta que la Directora de prensa del Municipio
de Junín, Graciela Aliana, se contactó con ella y le preguntó si recordaba
haber escrito una carta cuando tenía 9 años sobre Malvinas, y Cecilia contestó
que sí, no recordaba todo el contenido, pero sí el sentimiento que le puso a
esa carta. Recordaba que en ella iban los valores que le habían inculcados sus
padres, de tener mucha fe, rezar y pedir para que pudieran regresar a
casa con vida y sanos los soldados, más allá de poder ganar o perder una guerra.
Cecilia
nos comenta: “Valoro mucho mi Patria y esa carta lo expresa, nunca pensé sobre la dimensión que iba a tener después de
tantos años”.
Fue
una emoción muy grande saber que ese soldado que recibió mi carta estaba vivo.
Cuando estaba en Radio Jardín lo que sentí fue inexplicable, cuando escuché su
voz tuve que contener las lágrimas. Saber que atesoró mi cartita en una biblia
y la tuvo en su poder durante tanto tiempo y que decidió buscarme para
agradecerme esa fe que yo le mandaba, que yo era una niña, y que le escribí que
tuvieran fe y creyera en Dios.
En
el acto que se realizó en Rodríguez Peña, pasó algo muy hermoso, estaba sentada
y de pronto escuche la voz de Sebastián que comenzó a relatar lo que había sido
esa carta para él, de lo que le había escrito esa niña de 9 años de cómo
llegaron esas palabras a su corazón, me sorprendió gratamente. Cuando termina el audio de Sebastián, me hacen pasar al
frente y me entregan como obsequio, un retrato de Sebastián, en el que sale
sosteniendo la carta que le envié y una copia de la carta que mandó Sebastián
de puño y letra al municipio solicitando ayuda para contactarme. A pesar
de que no nos conocemos siento que hemos compartido mucho y agradezco a él y a
toda su familia por poder compartir estos lindos momentos.
No
nos olvidemos de los veteranos, a pesar de los años ellos siguieron con las
secuelas de la guerra, solo ellos saben lo que vivieron. Fue un momento muy
triste en nuestra historia, con muchas pérdidas de vidas de nuestros jóvenes,
cada año que se conmemora se vuelve a sentir ese gran dolor por quienes ya no
están.”
Por Santiago Roel Funes