Francisco Anfuso uno de los Últimos Tonelero del País
Es un oficio noble que le ha dado mucho a Mendoza
Es un oficio noble que le ha dado mucho a Mendoza
Francisco
Anfuso nació en Sicilia, Italia. Llegó muy pequeño a nuestro país, con su
familia se afincaron en el Departamento de San Rafael. Con su padre desde
pequeño trabajó en la viña, lo que le permitió conocer con mucha precisión cómo
era el trabajo de la industria vitivinícola de Mendoza.
Posteriormente
se trasladaron al Departamento de San Martín y trabajo junto a su padre en la
localidad de Alto Verde en la bodega de Lorenzo
Guerrero.
A la edad de
26 años Francisco ingresó a trabajar con unos Yugoslavos que tenían una
tonelería. Es ahí donde aprende el oficio, nos comenta que en ese tiempo su jefe
le contó que había aprendido el oficio de tonelero en un campo de concentración
en donde era prisionero, durante la segunda guerra mundial, y que una vez que
terminó la guerra emigró a la Argentina para desarrollar el oficio.
Luego de
aprender el oficio armó un pequeño taller en Villa Nueva (Guaymallén) ,en donde
reside actualmente, y desempeña su actividad junto a su hijo Pablo,
desarrollando el oficio de la tonelería. Haciendo memoria, Don Francisco nos
comenta “cómo hace 30 años atrás, se hacía para conservar y mejorar el sabor
del vino.
Había mucho
trabajo en las bodegas de Mendoza, en esa época hacíamos todo tipo de trabajo
desde cubas, toneles, bordelesas, canecas,
barriles y tinas. Todas las bodegas nos traían sus trabajos y
también desarrollamos nuestro emprendimiento fuera de Argentina en países como
Bolivia y Brasil.
En Buenos
Aires preparamos toneles o cubas de 40.000 a 60.000 litros para grandes empresa como Fernet Branca, y también
para la destilería de origen escocesa donde preparaban el Whisky Johnnie Walker”.
Con la
llegada de la Industrialización del sector vitivinícola se dio un gran giro, en
su mayoría, toda construcción artesanal fue reemplazada por tanques de
acero inoxidables para conservar los vinos.
En este
último tiempo hay grandes bodegas que hacen vinos Premium y siguen utilizando a
la fecha este método tradicional, que le da un toque especial, un sabor y un
aroma único.
Por Emiliano Sosa