Martín Balestra, del Camión Recolector al Centro del Escenario del Festival de la Cueca y el Damasco
Por primera vez, sus rimas resonarán en un escenario tan emblemático, compartiendo espacio con artistas de renombre y dejando huellas en el corazón de quienes lo escuchen.
Por primera vez, sus rimas resonarán en un escenario tan emblemático, compartiendo espacio con artistas de renombre y dejando huellas en el corazón de quienes lo escuchen.
Con el sol apenas asomando por el horizonte, las calles de Santa Rosa se preparan para recibir otro día más. Sin embargo, en medio de esa quietud matutina, hay un eco distinto resonando en los corazones de aquellos que día a día ven llegar a Martín, a bordo del camión recolector.
Es el latido apasionado de un sueño que, después de años de esfuerzo y perseverancia, finalmente está a punto de cobrar vida.
Se trata de la historia de José Martín Balestra, un alma inquieta de 37 años que llegó a esta tierra mendocina hace ya una década y media.
Desde entonces, ha tejido su existencia entre los surcos de la música, fusionando los ritmos de su pasado con los acordes de su presente. Comenzó su travesía en el mundo artístico con un grupo de cumbia allá por el 2013, pero fue el rap quien conquistó su corazón y lo llevó a recorrer senderos inimaginables.
“Mi vida es como un verso que se escribe cada día en las calles”, confiesa Martín entre risas y emoción. Y es que cada melodía que compone es un pedazo de su alma, una ventana abierta hacia los anhelos y las vivencias que lo moldearon.
Desde las calles de su Córdoba natal hasta los rincones entrañables de Santa Rosa, su música es un viaje introspectivo que invita a todos a recorrer las emociones más profundas, su fe inquebrantable y el apoyo incondicional de su familia y amigos han sido fundamentales en medio de todo este camino musical.
Entre su trabajo diario como recolector de residuos en la Dirección de Servicios Públicos del municipio de Santa Rosa desde hace cinco años y las largas noches componiendo versos bajo la luz de la luna, ha enfrentado desafíos que esta vez lo pondrán a prueba más que nunca.
Y ahora, en este nuevo capítulo de su historia, el destino le tiende una mano amiga. La oportunidad de subir al escenario del Festival Nacional de la Cueca y el Damasco se presenta como una gran oportunidad, no solo para él, sino que se tomará como ejemplo para otras personas que buscan sus metas y logran con mucho esfuerzo y trabajo, concretarlas.
Por primera vez, sus rimas resonarán en un escenario tan emblemático, compartiendo espacio con artistas de renombre y dejando huellas en el corazón de quienes lo escuchen.
La noticia sobre su actuación fue confirmada por la Fundación del Festival y por la Intendenta Municipal, Flor Destéfanis. “Se me llenaron los ojos de lágrimas”, confiesa con humildad.
Y así, entre acordes de esperanza y versos de pasión, Martín Balestra se prepara para hacer historia en el escenario que tanto anhelaba pisar. Sus letras, cargadas de verdad y autenticidad, son el eco de una voz que se niega a ser silenciada, un testimonio vivo de la fuerza del espíritu humano.
Y mientras el sol se eleva en lo alto del cielo mendocino, el corazón de Santa Rosa late al ritmo de su música, celebrando el triunfo de un soñador que nunca dejó de creer en sí mismo.